El récord, hasta entonces, era de 30 horas y 11 minutos surfeando seguido. Blake Johnston batió ese récord este viernes en Australia, pero no se conformó con eso. Celebró el hito y, poco después, volvió al agua para otras 10 horas de surf.
No es casualidad que Blake esté haciendo este esfuerzo, el surfista está tratando de recaudar 400.000 dólares australianos (251.606 euros) para la Fundación Chumpy Pullin, cofundada por su hermano Ben Johnston. A través de la Fundación, el dinero se utilizará para ayudar a jóvenes con problemas de salud mental. La idea surgió de la vida personal de Blake, quien perdió a su padre por suicidio hace diez años.
El surf comenzó el jueves 16, a la 1 am, en Cronulla Beach, y a medida que pasaban las horas, más personas se juntaron en Cronulla Beach para apoyar a Blake. Este viernes por la mañana, el surfista ya había cogido 550 olas.
“Estamos muy orgullosos de lo que está haciendo y de lo que quiere lograr”, comentó su hermano. "Todo es en honor al legado de nuestro increíble padre". Continuó diciendo que Blake "es una parte importante de la comunidad y tiene mucha gente de su lado".
Estuvo acompañado por un equipo de paramédicos en la arena, ya que tantas horas en el agua podían causar problemas como ceguera, infecciones de oído o deshidratación. También se tomaron precauciones por si aparecían tiburones, pero Blake se quejó sobre todo de medusas. Sin embargo, agregó que "es parte del paquete" para un surfista.
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