ENTREVISTA IBON AMATRIAIN

"Prefiero un baño cerca de casa y con poca gente que en una ola masificada aunque sea en Hawaii"
El surfista Ibon Amatriain es uno de los 28 invitados para participar en el Eddie Aikau, el evento de olas grandes más prestigioso del mundo que se celebra en Hawaii, y el pasado lunes volvió a ser uno de los protagonistas en una sesión épica en Playa Gris con olas de más de cinco metros
Hay una imagen que se repite cada año por estas fechas cada vez que el mar azota con grandes olas la costa cantábrica. La de un surfista que parece diminuto ante la inmensidad de unas olas sólo aptas para expertos. El lugar: de nuevo Playa Gris, una zona entre Getaria y Zumaia, y los riders, entre otros, otra vez el oriotarra Mikel Agote y el zarauztarra Ibon Amatriain del equipo Pukas de tow-in (surf con ayuda de una moto de agua). Amatriain, que desde hace unos meses está volcado en su labor como entrenador físico de surfistas con cierto nivel, viajará esta semana a Hawaii para asistir este jueves a la ceremonia de apertura del campeonato de olas grandes Eddie Aikau. Lo de Amatriain es pura pasión por el surf XXL. Su humildad brota en cada comentario y pese al miedo que dice sentir en los momentos previos a una de estas sesiones, cada bajada que realiza no deja lugar a dudas. Al menos en ese instante, este zarauztarra de 39 años demuestra ser coraje en estado puro.
-¿Cómo vivió la sesión del pasado lunes en Playa Gris?
-Fue el segundo baño del año ahí y hasta ahora ha sido el mejor que hemos tenido de la temporada. Coincidió en marea baja y cuando las olas se hacen más grandes en esas condiciones. Todo ayudó, tanto la dirección del viento como la del mar, y la verdad es que fue un día muy bueno de olas.
-Parece que cada año consiguen domar mejor esa ola que antes parecía casi inaccesible... ¿Es así o sólo una simple percepción?
-Sí, nosotros también tenemos esa sensación porque es una ola que tenemos muy cerca de casa y como ya llevamos unos años cogiéndola la controlamos mucho. Con el tiempo hemos ido aprendiendo más cosas de las que antes no nos dábamos cuenta. Al final, el mejor truco es el de meter horas en el agua y tenerla tan cerca de casa ayuda mucho.
-La N-634 volvió a llenarse de coches aparcados a ambos lados de la carretera como cada vez que os lanzáis a surfear esas olas. ¿Cómo lleváis la cada vez mayor presencia de público y de cámaras?
-Creo que es normal, porque también cada vez hay más surfistas en el agua y eso crea expectación, pero en los baños que entrañan más riesgo sí que intentamos mantenernos al margen de toda la gente porque te pueden llegar comentarios negativos y opiniones sobre que las olas están demasiado grandes o muy peligrosas... En días en los que estamos más nerviosos o que vemos que las condiciones sí son críticas intentamos evitar todos esos comentarios para no entrar condicionados.
-Cuando las previsiones marítimas anuncian, como en estos días, la llegada de olas gigantes... ¿Puede pensar en algo más que no sea en cómo afrontar esa sesión?
-Los días previos a una sesión de olas grandes suelen ser, en mi caso por lo menos, los momentos en los que más dudas y miedos me entran porque todavía no sabemos seguro qué es lo que va a venir, y la imaginación muchas veces te hace pensar más de lo que realmente luego es. Así que casi paso más miedo los días antes que en el momento en el que ya nos enfrentamos a esas olas.
-Supongo que su familia y los que le rodean ya se habrán acostumbrado a prescindir de usted en esos días...
-(Risas) Pues sí, la verdad es que en esos días todo quehacer puede esperar. Sólo pienso en valorar de la mejor manera posible ese baño y en dónde se darán las mejores condiciones para surfear. También tengo la suerte de que mi familia y los de al lado entienden esta pasión que tengo y me lo ponen más fácil.
-¿Recuerda algún momento especial al que haya renunciado por no poder evitar salir corriendo a coger esas olas?
-(Sonríe y asiente con la cabeza como intentando reprimir decir lo que le viene a la cabeza). Sí, muchos momentos y que alguno no puedo confesar, pero he faltado a comidas de Navidad, a celebraciones de cumpleaños y a comuniones por esa razón.
-Ésta es la tercera vez que le invitan al Eddie Aikau. ¿Le sigue haciendo la misma ilusión?
-La primera vez fue un shock muy grande porque no me lo esperaba. Desde que me eligieron hace tres años la prueba no se ha podido celebrar por la falta de condiciones, y al no realizarse sí que me esperaba que podía estar nuevamente invitado, pero sigue siendo todo un privilegio estar en esa lista.
-Si las olas no superan los 10 metros de altura no habrá campeonato. ¿Cómo es la rompiente de Waimea en las condiciones exigidas?
-Hasta los siete metros no tiene una dificultad excesiva pero a partir de ahí la ola cambia mucho de forma y se puede complicar bastante. Recoge mucha agua en el pico y esto hace que luego reviente de forma muy violenta.
-En pocos días estará en Hawaii rodeado de los mejores especialistas en su modalidad…
-Sí, la mejor temporada de olas allí es la que va desde diciembre hasta marzo que es cuando mayor concentración de buenos surfistas hay de todo el mundo. Por eso también hay mucha competencia en el agua y tienes que compartir el baño con gente que está muy entrenada.
-Sin embargo, ir a Hawaii ahora cuando el invierno casi asoma por aquí no suena nada mal…
-Sí, bueno, pero por estas fechas hay mucha masificación de gente en el agua y a lo mejor estás dos o tres horas en el agua y sólo coges una ola. Aprendes mucho viendo pero realmente disfrutar, disfrutas poco. Sin duda prefiero un baño cerca de casa con poca gente que en una ola muy masificada aunque sea en un lugar como Hawaii.
Abaxo la sesionaza del otro lunes.
BALUVERXA

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